El cambio climático se ha incorporado definitivamente a la agenda financiera. Ya no es solo una cuestión medioambiental o reputacional, sino un factor económico medible que afecta al coste del capital, a la rentabilidad de los activos y a la estabilidad de los mercados. Así se puso de manifiesto en la presentación de la Certificación ECRA (EFFAS Certified Climate Risk Analyst), organizada por el Instituto Español de Analistas, EFFAS y Marsh McLennan, en un acto celebrado en Madrid que reunió a destacados profesionales del análisis financiero, la sostenibilidad y la gestión del riesgo corporativo.
Durante la jornada se abordó cómo la transición climática y la descarbonización están alterando las reglas del sistema económico. Los ponentes coincidieron en que la medición del riesgo climático se ha convertido en una competencia esencial para los analistas financieros, comparable a la comprensión del riesgo de crédito o de liquidez hace dos décadas.
En la apertura, José María Carulla, Managing Director de Marsh Advisory España, dio la bienvenida junto a Jesús López Zaballos, EFFAS Advisory Council Chair, y subrayó la visión compartida sobre la relevancia del riesgo climático al afirmar que “en Marsh McLennan compartimos una misma convicción con EFFAS: el riesgo climático no es una cuestión futura, sino una realidad presente que genera nuevos riesgos para las organizaciones y que requiere de capacidades nuevas, rigurosas y cuantificables para su gestión».
A continuación, María Redondo, directora de la Escuela FEF del Instituto Español de Analistas, señaló que «la demanda de formación especializada en riesgo climático está creciendo con enorme rapidez, porque los profesionales necesitan herramientas rigurosas para interpretar impactos que antes no formaban parte de los modelos clásicos”. En este sentido, recordó que la Escuela FEF imparte en España el curso preparatorio de la certificación ECRA, diseñado para dotar a los profesionales de una base metodológica común. «Nuestra labor es asegurar esa captación responda a los estándares técnicos que exige el mercado actual», añadió Redondo.
Asimismo, Jesús López Zaballos aprovechó la ocasión para contextualizar el papel de la certificación ECRA dentro del avance de las finanzas sostenibles en Europa y para explicar cómo esta iniciativa contribuye a dotar a los profesionales de herramientas técnicas más precisas y alineadas con los nuevos requisitos del sector. En sus palabras, “la certificación ECRA – EFFAS Climate Risk Analyst nace para dar respuesta a la creciente necesidad de que analistas y profesionales cuenten con formación rigurosa en riesgo climático, un ámbito que hoy influye directamente en la valoración de activos, la toma de decisiones financieras y la gestión empresarial”.
Añadió además que, “tras el éxito internacional del CESGA, EFFAS refuerza así su compromiso con las finanzas sostenibles, ofreciendo una certificación orientada a comprender, medir y analizar los riesgos climáticos con criterios técnicos y comparables. ECRA aporta el conocimiento necesario para interpretar escenarios, evaluar impactos y contribuir a una economía más resiliente y preparada ante los desafíos del clima”.
Precio al clima
El panel de expertos Poner precio al clima: cómo las empresas y el sector financiero valoran y gestionan el riesgo climático, moderado por Álvaro Cangas, Climate & Sustainability Practice Leader de Marsh y líder del proyecto ECRA con EFFAS, reunió a representantes del ámbito energético, industrial y financiero: Eva López de Sebastián (Moeve), Rosa Sánchez Bravo (Enagás) y Carlos Ruiz (Acerinox). Los ponentes coincidieron en que el riesgo climático ya se refleja en las primas de financiación, los ratings y las estrategias de aseguramiento, y que no integrarlo adecuadamente puede comprometer la competitividad de las empresas a medio plazo.
En el debate, Rosa Sánchez Bravo, directora de auditoría interna y control de riesgos de Enagás, destacó el papel estratégico que tiene la gestión climática en la compañía y detalló su enfoque en este ámbito: “Para Enagás, la gestión climática siempre ha sido un elemento clave de nuestra estrategia, que nos permite anticipar impactos y diseñar medidas de prevención y mediación eficiente, y así seguir reforzando la labor que desempeñamos como infraestructura crítica”.
Por su parte, Carlos Ruiz Alonso, director de Sostenibilidad de Acerinox, centró su intervención en la importancia de la participación de las diferentes unidades de negocio y ámbitos corporativos para enriquecer y particularizar el análisis. El director apuntó que “la cuantificación financiera de los riesgos y oportunidades climáticas nos permite disponer de información clave para priorizar las medidas de mitigación y aprovechar las oportunidades, como con nuestro producto premium ECO Acerinox”.
Finalmente, Eva López de Sebastián, responsable de Riesgos y Continuidad de Negocio de Moeve, subrayó que, «la cuantificación del riesgo climático no solo nos permite anticipar desafíos, sino también optimizar nuestras operaciones e inversiones y desarrollar soluciones más resilientes. Este enfoque nos ayuda a crear valor a largo plazo y a consolidar nuestra estrategia para impulsar el desarrollo de nuevas energías sostenibles”.
En la clausura, José María Carulla tomó la palabra antes de dar paso a Beatriz Alonso- Majagranzas, miembro de la Commission on Training & Qualification de EFFAS y directora de desarrollo de negocio del Instituto Español de Analistas, quien destacó la relevancia de consolidar estándares formativos comunes en Europa en un momento en el que el riesgo climático está transformando las prácticas de análisis financiero. “La certificación ECRA no solo acredita conocimientos técnicos, sino que impulsa una forma homogénea de evaluar escenarios climáticos y riesgos emergentes. Para los analistas, contar con un marco formativo sólido y comparable es fundamental para interpretar con rigor un entorno regulatorio y económico en rápida evolución”.


Por Alicia Miguel Serrano
