El mercado inmobiliario global está entrando en la era del blockchain, y la tokenización de activos se perfila como un catalizador de crecimiento sin precedentes. Según estimaciones de Standard Chartered, la capitalización global de activos tokenizados podría alcanzar dos billones de dólares en 2028, multiplicando por 56 el tamaño actual, cifrado en 35.000 millones.
Geoffrey Kendrick, responsable de análisis de activos digitales de Standard Chartered, destaca que las stablecoins han sentado las bases para que diversas clases de activos —desde fondos del mercado monetario hasta inmuebles— se trasladen al blockchain a gran escala. La mayor parte de esta actividad se espera que se produzca sobre la red Ethereum, valorada por su fiabilidad y más de una década de funcionamiento continuo.
Aunque el sector inmobiliario representa actualmente menos del 2% de los activos tokenizados, se prevé que supere los 400.000 millones de dólares en 2028, a medida que la regulación y la infraestructura evolucionen. En Europa, el mercado generó unos 800 millones de dólares en 2024, impulsado por la normativa MiCA y proyectos que aplican blockchain a activos reales. En España, la CNMV autorizó recientemente la primera emisión de deuda tokenizada, por 5 millones de euros, consolidando plataformas que acercan esta tendencia al pequeño inversor.
Robin Decaux, CEO y cofundador de Equito, subraya que “la tokenización no es una promesa futura: ya está transformando la manera de invertir y aportando transparencia y liquidez al mercado”. Equito, con más de 250.000 usuarios y 25 millones de euros bajo gestión, ha tokenizado más de 120 propiedades en España, con una tasa de reinversión del 60% y nuevas adquisiciones financiadas en menos de 15 minutos.
La inteligencia artificial es un componente clave de la plataforma, automatizando valoraciones, detectando riesgos y garantizando que cada inversor interactúe con activos verificados en tiempo real. Sus aplicaciones abarcan desde adquisición de propiedades y cumplimiento regulatorio hasta gestión inteligente de inquilinos, optimizando decisiones y reduciendo costes operativos.
Decaux apunta que el próximo desafío será la liquidez, y prevé que, en los próximos años, la compra y venta de tokens inmobiliarios será tan rápida como operar con acciones, con Europa liderando esta transformación. Entre las funcionalidades en desarrollo destacan asistentes conversacionales basados en NLP y contratos inteligentes que se ajusten dinámicamente a parámetros de mercado, así como interfaces de búsqueda en lenguaje natural para los inversores.
Con la combinación de blockchain, IA y regulación emergente, la tokenización está posicionándose como un motor de innovación capaz de hacer que la inversión inmobiliaria sea más accesible, transparente y eficiente, marcando el inicio de una nueva era en el sector.



