Julien Eberhardt, gestor del Invesco Euro Corporate Bond Fund, presentó en España una actualización de los fondos insignia de renta fija de la firma, en concordancia con las actuales perspectivas macroeconómicas. “Me complace estar aquí y no tener que preocuparme por ciertos créditos o sectores en este momento”, aseguró el gestor, que en resumen, considera que el hecho de que las curvas se hayan acentuado y sean más estables “nos da mayor tranquilidad al tener una mayor exposición a largo plazo”.
El cuadro macro que describió Eberhardt evidencia una estabilización, con tendencia a la baja, de la inflación en la zona euro y en el Reino Unido, mientras que en Estados Unidos persiste la incertidumbre “debido a los aranceles”. En cuanto al crecimiento, Eberhardt observa una división entre el norte y el sur de la eurozona: mientras el sur está teniendo “un desempeño excepcional, como se puede apreciar en España”, la situación en el norte “es algo más compleja”. En este punto, cita a Francia por sus problemas fiscales y políticos “sin resolver, lo cual repercute en su economía”.
Pero también a Alemania, que “enfrenta problemas estructurales debido a los elevados costes de la energía, en comparación con otros países y jurisdicciones”. Un factor que, unido a los aranceles estadounidenses y la fortaleza del euro, genera “dificultades” para la economía germana. Dicho esto, de cara al próximo año, “podríamos esperar una menor influencia negativa de los aranceles y una mayor certidumbre en Europa y la eurozona, lo cual sería positivo”, según el experto. El estímulo fiscal que se avecina en Alemanía puede contribuir a este cambio de tendencia.
En política monetaria, Eberhardt recordó que el BCE da ya su trabajo por terminado. Pero “el mercado aún presiona ligeramente para que se produzcan más recortes”, de tal manera, que se podría ver una bajada más de tipos, de carácter preventivo. “Esto se debe a que el crecimiento es realmente decepcionante y se prevé que la inflación disminuya considerablemente y no repunte hacia el 2%”.
En el Reino Unido, cree que ya se ha descontado un recorte de medio punto porcentual para noviembre, pero “nuestra opinión es que tendremos que esperar”. La inflación ha sido bastante fuerte, según Eberhardt, “aunque no tanto como se esperaba”. El crecimiento también ha sido algo decepcionante y el desempleo está aumentando. La clave, para el experto, será el presupuesto a fin de mes: Eberhardt explica que todo apunta a “un presupuesto amplio”, que implicaría subidas de impuestos, menos actividad económica y, por lo tanto, “confianza en la trayectoria fiscal del Reino Unido, lo cual debería ser positivo para los gilts”.
Por lo tanto, considera que aún es un poco pronto para que el Banco de Inglaterra recorte los tipos de interés de forma preventiva antes de la presentación del presupuesto, “lo más probable es que el mercado ya haya anticipado completamente los precios para febrero del próximo año”, argumenta.
En Estados Unidos, la inflación “ha sido menor de lo esperado, lo cual es positivo”. Además, la curva de rendimientos “se ha estabilizado, hemos visto una menor pendiente”. Pero Eberhardt espera que la Reserva Federal recorte los tipos tres veces más, para dejar la tasa terminal en el 3%. Respecto al dólar, cree que si la Fed no recorta demasiado del tipos “favorecerá a la divisa”, que debería moverse en el tanto 1,15-1,2 euros por dólar.
Estrategia
Con estas premisas macroeconómicas, Eberhardt desgranó la composición actual de la cartera del Euro Corporate Bond Fund. A primera vista, la diferencia en posicionamiento con respecto al año pasado es clara: menor peso de los activos de más corto plazo. De hecho, Eberhardt detalla que se siente “cómodo” con duraciones un poco más elevadas.
Pero también está claro el mayor sesgo defensivo a través de deuda corporativa con grado de inversión, una clase de activo que ha pasado de ponderar por el 47,7% el año pasado al 55,1% al cierre del tercer trimestre de 2025. Los títulos de este apartado pertenecen a sectores defensivos, como utilities, telecomunicaciones, tecnología, alimentación y property: el 36% de las posiciones de estos sectores cuenta con un rating de A o superior.
Además, es notable la apuesta por la deuda subordinada del sector bancario, si bien es cierto que su peso actual del 13% en la cartera del fondo es muy similar al de hace 12 meses.
Respecto al Invesco Global Total Return Bond Fund, la liquidez y cuasi-liquidez ha bajado con fuerza desde el posicionamiento de septiembre del año pasado, desde el 53,6% al 49,2%. El entorno de tipos le ha llevado a salir con fuerza del cash -que ha pasado del 9% al 2,4%- y de la renta fija con vencimiento inferior a un año -del 8,6% al 2,2%- mientras que ha aumentado levemente la exposición a bonos de gobiernos en algo más de ocho puntos porcentuales, hasta el 44,6%.
Pero el auténtico giro en esta actualización del fondo se encuentra en la toma de riesgo, a través de una mayor exposición a los mercados emergentes, “que es la principal fuente de yield para el fondo”, a través de títulos de deuda soberana en moneda local. Todo, con una gestión muy activa, ya que, como asegura Eberhardt, “somos muy rápidos a la hora de hacer switch en emergentes si una apuesta en un país no funciona bien”.
Reino Unido, Estados Unidos, México, Italia y Brasil son los cinco principales emisores a los que está expuesto el fondo.
En su presentación, Eberhardt destacó las oportunidades que ofrecen otros sectores, como el químico a nivel mundial. “En el mercado europeo de alto rendimiento, hay empresas químicas que cotizan entre 30 y 40 dólares. Y, más recientemente, en Brasil, tuvimos el caso de una gran empresa química llamada Braskem, que hace dos años tenía una calificación crediticia de grado de inversión. Ahora, no”. La razón es la incapacidad para competir con las compañías chinas, aunque no deja de haber oportunidades en este segmento.



