La primera mitad de 2024 marcó técnicamente el inicio de las inversiones de los fondos de pensiones brasileños en el mercado de criptomonedas. Fue entonces cuando la Fundación Ecos, perteneciente a los empleados del extinto Banco Económico de Bahía, invirtió 400.000 reales (unos 74.000 dólares) en el ETF «HASH11», gestionado por Hashdex, una gestora de activos pionera en el sector en Brasil.
Representó un pequeño porcentaje de dicha fundación, que en ese momento gestionaba 930 millones de reales (unos 173 millones de dólares), pero fue un paso significativo para el sector de las criptomonedas, ya que logró abrir la última puerta de entrada al segmento, tras años de conferencias y proyectos educativos con las Entidades de Pensiones Complementarias Cerradas (EFPCs).
La gestora de activos, que consolidó una sólida presencia en el mercado y hoy gestiona 8.100 millones de reales (más de 1.500 millones de dólares), con ETFs ofrecidos por grandes bancos minoristas y oficinas multifamiliares entre sus clientes, ascendería al público institucional, más restringido.
Pero la alegría duró poco, apenas tres semanas, según relatan personas familiarizadas con el asunto que conversaron con Funds Society.
«Desinversión en juego limpio»
Tras unas tres semanas de inversión, con una apreciación significativa de casi el 10% de su valor, la Fundación Ecos decidió desinvertir en el fondo. El motivo, según el informe, fue una declaración realizada durante una reunión promovida por la Asociación Brasileña de Entidades de Pensiones Cerradas (Abrapp).
Durante el evento, el presidente de la Superintendencia Nacional de Pensiones Complementarias (Previc), Ricardo Peña, declaró que la legislación prohibiría este tipo de inversión y que dicho activo estaría vetado para las fundaciones. En aquel momento, podían invertir en ETFs y no existía una regulación explícita sobre criptoactivos.
Entre los presentes en el evento, sentado cerca del titular del organismo regulador, se encontraba el presidente de la Fundación Ecos, Roberto de Sa Damaso, director regional de Abrapp. Ante la postura de Peña, la fundación consideró que la inversión no era apropiada y liquidó su participación, en una clara señal a Previc.
Contactado sobre el asunto, Damaso prefirió guardar silencio.
Meses después de la desinversión de la Fundación Ecos, Previc recomendó al Consejo Monetario Nacional (CMN) vetar las inversiones en criptoactivos, lo cual se concretó en marzo de este año. Según el Ministerio de Hacienda, la prohibición de invertir en activos virtuales «se debe al riesgo y la volatilidad de este tipo de instrumento».
¿Va Brasil a contracorriente?
Fundada en 2018 por tres brasileños, Hashdex ha liderado diversas iniciativas de criptomonedas a nivel mundial, como el lanzamiento del primer ETF de criptomonedas del mundo y el co-desarrollo del Nasdaq Crypto Index, un indicador de referencia creado por la bolsa estadounidense, manteniendo a la vez contacto con la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC), junto con Greyscale, pionera del sector en el país norteamericano.
Al posicionarse estratégicamente en Brasil, donde la regulación del sector estaba mucho más avanzada que en el mercado estadounidense, la gestora de activos pudo lanzar ETFs temáticos, creados para ofrecer a los inversores brasileños exposición a sectores emergentes del universo digital y cripto, como las finanzas descentralizadas y los contratos inteligentes. Esto le permitió una expansión significativa en el país y a nivel mundial, con productos también cotizados en Europa y Latinoamérica.
Sin embargo, en lo que respecta a los fondos de pensiones, Estados Unidos autorizó las inversiones en ETFs de criptoactivos o a través de fondos con exposición al sector, en 2023, tras largas deliberaciones y periodos de experimentación.
Se contactó a Hashdex para obtener comentarios, pero la firma optó por no responder.



