Los fondos cotizados con temática climática acumularon unos 625.000 millones de dólares a septiembre de 2025, tras un crecimiento de casi un 12% sólo en los primeros nueve meses del año, según el último informe trimestral del MSCI Sustainbility Institute.
Los resultados del trimestre muestran que Europa y Asia siguen a la cabeza, mejorado su participación en estos activos y ganando alrededor de 15 puntos porcentuales desde el inicio del año, en detrimento de la dominancia de los Estados Unidos.
En el caso de los fondos privados de capital climático, una parte sustancial (40%) está invertida en el sector de servicios públicos (utilities), un sector de altas emisiones, comparado con sólo cerca del 8% en los fondos públicos.
Estos datos reflejan que la financiación de la transición está creciendo y diversificándose, aunque concentrada aún en determinadas regiones y sectores.
Reducir emisiones sin perder crecimiento económico
Entre 2015 y 2023, las empresas cotizadas de mercados desarrollados crecieron en ingresos aproximadamente un 49%, mientras que sus emisiones descendieron casi un 25%. Esto muestra que es posible reducir emisiones al mismo tiempo que se genera crecimiento económico, al menos en algunos mercados, lo que refuerza que la transición baja en carbono puede ser compatible con el desarrollo.
Los sectores intensivos en emisiones enfrentan trayectorias más difíciles: empresas de energía, materiales y consumo discrecional tienen estimaciones de aumento de temperatura muy superiores al promedio.
China se destaca tanto por su elevado consumo de combustibles fósiles como por su liderazgo en innovación de tecnologías limpias (en número y calidad de patentes).
Las redes eléctricas y los sistemas de generación presentan grandes diferencias entre países. Por ejemplo, EE.UU. presenta una proporción relativamente más alta de generación de electricidad con bajas emisiones de carbono, frente a otros grandes emisores.
Ambición corporativa creciente, pero todavía insuficiente
A finales del tercer trimestre de 2025, alrededor del 21% de las empresas cotizadas ya habían fijado un objetivo climático validado por la Science Based Targets initiative (SBTi). No obstante, únicamente alrededor del 12% de las empresas se encuentran alineadas con una trayectoria compatible con limitar el calentamiento global a 1,5°C sobre los niveles preindustriales.
La mayoría (aproximadamente el 61%) proyecta trayectorias que superan un aumento de temperatura de 2°C, y cerca de una cuarta parte podrían superar los 3,2°C. Esto indica que, aunque la ambición está aumentando, la brecha entre objetivos y trayectoria real sigue siendo importante.
Riesgos físicos del cambio climático y exposición corporativa
Las empresas podrían enfrentar pérdidas por daños físicos y oportunidades perdidas por valor de aproximadamente 1,3 billones de dólares en el próximo año debido a riesgos físicos relacionados con el clima (como inundaciones, olas de calor, incendios y tormentas).
Las sedes corporativas localizadas en ciudades como Miami, Nueva York, São Paulo, Osaka, Riyadh y Pune están entre las más expuestas globalmente a riesgos climáticos extremos.
Los mecanismos de mercado (como el comercio de emisiones), la estandarización de métricas y la transparencia serán claves para canalizar el capital hacia donde más se necesita y para que los mercados puedan valorar correctamente los riesgos y oportunidades.



