Con una subida del EuroStoxx 50 del 16% en lo que llevamos de ejercicio 2025, vamos camino de encadenar el tercer año consecutivo de ganancias bursátiles. Un período de tiempo en el que en la macro europea ha habido un singular cambio de papeles. Han brillado los PIGS (Portugal, Italy, Greece y Spain), mientras que la economía alemana no ha levantado cabeza tras descubrir que sin un gas ruso barato su industria no es tan competitiva, y Francia empieza a asimilar que lleva 45 años viviendo por encima de sus posibilidades (la dura transición de la opulencia a apretarse el cinturón). Holanda evoluciona bien en lo económico, y esperamos que las recientes elecciones permitan superar la fragmentación política con la creación de un gobierno estable de centro-derecha.
Entramos en esa fase del año en que los estrategas empiezan a hablar de perspectivas económicas para el año siguiente, con la regla de oro de que los beneficios empresariales crecerán un 10%. Estando el EuroStoxx 50 a un PER de 17,0 veces, está en su precio justo, por tanto, lo que ocurra a partir de ahora vendrá de la mano de lo que hagan los beneficios empresariales. 2026 va a ser un año donde el acierto en la selección de valores y de sectores va a ser crucial. Un ejercicio muy táctico donde no va a importar la beta, sino la habilidad del inversor en general alfa. Va a ser un año en el que se verá quién se gana de verdad la comisión de gestión que devenga. Con el S&P 500 cotizando a un PER de 23 veces y con la tecnología como sector estrella, que supone un 45% del índice, existe un riesgo evidente de falta efectiva de diversificación.
Curiosamente si en Europa excluimos el sector financiero y en Estados Unidos la tecnología, los PERes respectivos de 18,5 y 19,5 veces no son tan distintos. Conviene no olvidar que cuando hablamos de grandes empresas, en Europa y en Estados Unidos son verdaderas multinacionales, con lo que hay que mirar el crecimiento económico global, destacando también lo que ocurre en Asia, especialmente en China.
En un entorno de cierto estancamiento económico y de bajada de tipos de interés (ya hecha en buena medida en la Eurozona, y en fase de implementación en Estados Unidos), hay tres factores que conviene vigilar por su impacto económico:
- Un acuerdo arancelario estable entre Estados Unidos y China llevará a una mejora de la confianza empresarial y de la inversión. Si en China el Estado es más activo para dejar atrás la crisis del sector inmobiliario, el consumidor chino pondrá a funcionar el ahorro acumulado en los últimos cinco años.
- Si hay una tregua sostenible en Ucrania, se pueden relajar materia primas agrícolas y energéticas con su efecto positivo en el consumo y en los costes empresariales.
- La expansión fiscal en Alemania ayudará a la mejora de su economía a partir de la segunda mitad del 2026. En Francia el período de reducción del déficit fiscal se ampliará a cinco años, en lugar de tres, para que los ajustes sean más progresivos y socialmente asumibles.
Hay cuatro sectores en la bolsa europea que están algo por debajo de sus múltiplos medios de los últimos 15 años, que son el petrolero (dudas sobre su nivel de consumo futuro), autos (el impacto de la competencia de los fabricantes chinos), farmacia (en qué quedan las reformas de precios de Trump) y bebidas (debate sobre si la caída en consumo de alcohol se debe a la debilidad del ciclo económico o hay factores estructurales). Los demás sectores están en torno a su media histórica de múltiplos, salvo el tecnológico algo hinchado por la temática de la inteligencia artificial (visible especialmente en Estados Unidos).
Invertir en Bolsa con cierto nivel de éxito se basa en principios sencillos que no son fáciles de aplicar. Es una mezcla de economía y psicología, donde además de conocimientos hay que tener el carácter adecuado (prudencia, paciencia y humildad). Cuanto más sencillo mejor, no hacen falta grandes algoritmos de inteligencia artificial, con saber de contabilidad y lo básico de aritmética (sumar, restar, multiplicar y dividir) es suficiente. Lo demás es experiencia y sentido común. Como dijo Warren Buffett: es como si después de estudiar seis años de teología, el profesor dice a sus alumnos que todo se resume en saberse bien y aplicar los 10 mandamientos.
2026 promete ser un año intenso y volátil dónde volveremos a recordar lo importante que es la liquidez (la capacidad de transformar un activo en dinero sin afectar al precio) en los mercados financieros. Cuando todo parece muy fácil (criptomonedas, activos alternativos, oro y plata, estructuras apalancadas, etc..) el inductor inteligente del embrollo ya ha abandonado el juego antes de que empiecen los problemas, porque en esa partida de póker si a los 30 minutos no sabes quién es el tonto, no lo dudes, eres tú.
Artículo escrito por Juan Carlos Acitores Peñafiel, presidente de Acifiel Partners EAF SL.




