Un cambio normativo en Estados Unidos podría habilitar a las gestoras a integrar ETFs y fondos mutuos en sus carteras, en una industria que es testigo del crecimiento -sin límites a la vista- de los fondos cotizados en bolsa. Expertos consultados por Funds Society aseguraron que el regulador busca modernizar y simplificar la estructura de los fondos de inversión en Estados Unidos e indicaron que sería algo positivo para los inversores minoristas. Sin embargo, también alertaron que podría beneficiar a las gestoras con escala en detrimento de las firmas más pequeñas.
A fines de septiembre último, la SEC emitió un comunicado en el que, bajo el título “Vuelta a los principios: Declaración sobre la exención de las clases de acciones de los ETF”, hizo pública su intención de aprobar una solicitud presentada por DFA (Dimensional Fund Advisors) para permitir que fondos abiertos (mutual funds) ofrezcan simultáneamente acciones negociables en bolsa (ETFs).
“La Comisión da un paso largamente esperado hacia la modernización de nuestro marco regulatorio para las sociedades de inversión, que refleje la evolución de los vehículos de inversión colectiva desde ser principalmente fondos rescatables diariamente hasta fondos cotizados en bolsa (ETFs)”, afirmó el comisario Mark T. Uyeda en dicho comunicado.
La propuesta de cambio a nivel regulación apela al mercado doméstico de Estados Unidos, y aunque al día de hoy la normativa no fue homologada, tiene potencial transformador en toda la industria.
“A medida que los fondos mutuos y los ETFs se democratizan más, los activos tienden a moverse hacia los ETFs, ya que tradicionalmente las comisiones son más bajas y los impuestos, sin duda, también son mucho menores”, explicó a Funds Society Gil Baumgartenh, CEO de Segment Wealth Management, RIA con base en Houston, Texas.
“Reducir los obstáculos para convertir fondos abiertos en ETFs cerrados mediante un esquema de igualación de clases de acciones —como el que ha propuesto Dimensional Funds— es positivo para los inversionistas y acelerará la tendencia hacia la conversión de otros fondos mutuos en ETFs, si la SEC lo aprueba”, agregó.
Se espera que muchas otras gestoras que ya han solicitado autorizaciones similares (más de 80, según el estudio global de abogados Ropes & Gray) presenten enmiendas parecidas para alinearse con el modelo de DFA.
“La medida busca modernizar y simplificar la etructura de los fondos de inversión en Estados Unidos, que hasta la fecha deben mantener separados sus fondos mutuos tradicionales y sus ETFs, aunque muchas veces inviertan en los mismos activos y sigan la misma estrategia”, señaló Jorge Alejandro Antonioli, Investment Development Manager en Supra Wealth Management. |
“A nivel de las gestoras -continuó- esto genera un duplicado de costos, estructuras legales distintas y menor eficiencia operativa y fiscal. Con esta medida la SEC permitiría, en un régimen de excepción en primera instancia, que un fondo puede tener dos clases: una clase cotizada en bolsa (ETF) que los inversionistas puedan comprar y vender en horario de mercado y otra clase no cotizada que opera con un NAV al cierre del día como tradicionalmente lo hacen los fondos mutuos”.
Principales ventajas
El cambio normativo tiene beneficios asociados a una mayor liquidez, menores costes de gestión y acceso sin mínimos de inversión, apuntó el experto de Supra WM. “Siempre es bueno para el minorista tener más opciones para invertir, el poder tener el mismo activo en dos instrumentos financieros diferentes, simplemente le da más opciones al inversor minorista, y eso siempre es bueno”, indicó María Camacho, analista de mercado con una trayectoria reconocida en la industria.
En su opinión, la emisión de ETFs activos es cada vez más común y de esta forma se podrá acceder a un fondo mutuo o a un ETF para obtener el manejo activo de un portafolio. “Creo firmemente en el valor agregado del manejo activo y considero que si un asesor sabe elegir buenos administradores activos, su cliente va a lograr resultados por encima de la media”, añadió.
También para Baumgarten, el cambio debería beneficiar al inversor minorista. “Puede que no se traduzca necesariamente en menores comisiones, aunque es posible”, aseguró. Los ETFs ofrecen mejor liquidez y un tratamiento fiscal más favorable que los fondos abiertos tradicionales, y el intercambio libre de impuestos que se ofrecería a través de la conversión de clases de acciones sería altamente beneficioso para los accionistas a largo plazo, desde su punto de vista.
Desde Supra Wealth Management, Antonioli señaló que la propuesta de la SEC podría presionar los ingresos a la baja que perciben las firmas tradicionales y podría abrir el camino para que las firmas adopten nuevos modelos de facturación, como pueden ser los esquemas de honorarios o la adopción de un sistema fiduciario.
El CEO de Segment Wealth Management evaluó que en caso de ser aprobada la norma, probablemente acelerará la desaparición de las tarifas 12b-1, más que afectar directamente a las comisiones. “Muchos fondos mutuos ya ofrecen clases de acciones sin comisión -dijo-. Las corredurías y las compañías de fondos son reacias a renunciar a las tarifas 12b-1, que en realidad son una forma de retrocomisión”.
Baumgarten explicó que algunos ETFs “incluyen tarifas 12b-1 nominales, pero nada comparable a las que son típicas en los fondos abiertos tradicionales. Esta conversión de clases de acciones acelerará el fin del modelo tradicional de fondos mutuos abiertos y obligará a la mayoría de las compañías a adoptar cambios similares a los propuestos por Dimensional Funds. Esto perjudicará a las corredurías y a la parte del negocio que depende de comisiones, así como al IRS (fisco estadounidense), debido a una menor recaudación de impuestos”.
Por su parte, Camacho admitió que la presión a la baja en comisiones “es una realidad constante”, aunque subrayó que lo que importa es el retorno neto: “si hay un administrador que cobra más caro que otro, pero su entrega es superior neta de fees, siempre voy a preferir al caro, porque que entrega mejores resultados”.
Algunos riesgos a nivel industria
La realidad es que el cambio de reglas podría fortalecer a las grandes firmas que dispongan de inversión en infraestructura, tecnología, escala y distribución y en contrapartida podría volverse un desafío para las firmas más pequeñas, advirtió el experto de Supra.
“La puesta en vigor de la nueva medida por parte de la SEC -añadió- va a constituir un cambio de paradigma regulatorio y económico que va a beneficiar a las gestoras con escala, tecnología y músculo operativo para mantener los procesos regulatorios, de cumplimiento y evaluación diarios. En este punto considero que la normativa deberá cuidar este aspecto para no generar monstruos que luego sean catalogados como «too big to fail» y generar las condiciones adecuadas para que las gestoras pequeñas o medianas que han tenido muy buenos resultados no sean absorbidas o terminen fuera del mercado”.
En la misma línea, Camacho indicó que “con el avance tecnológico y regulatorio, cada vez se ven más concentraciones de gestoras, donde los buenos administradores siempre podrán captar más activos que los malos administradores, produciendo concentración de capital en los mejores managers”.
“El cambio hacia la estructura de ETFs ha estado en marcha durante varias décadas”, aseguró Gil Baumgartenh, desde Segment Wealth Management. El experto no cree que la norma derive en la desaparición de compañías de fondos mutuos, “pero sí las obligará a convertir sus estructuras a ETFs y debería fomentar la consolidación. Las firmas más pequeñas, menos competitivas y ya presionadas por la preferencia de los inversionistas por productos indexados con menores comisiones, serán las más afectadas. Probablemente muchas de ellas han estado debatiendo ofrecer ETFs desde hace tiempo, sin tomar acción; esta regulación las obligará finalmente a hacerlo”, concluyó.