El interés por los criptoactivos sigue creciendo en Europa, pero las autoridades europeas advierten de que no todos los criptoactivos ni los servicios asociados están regulados de la misma manera. En este sentido recuerdan que la protección para los consumidores puede ser limitada, especialmente al tratar con proveedores fuera de la UE o no regulados por el Reglamento MiCA.
Entre los principales riesgos apuntan que se encuentran las fluctuaciones extremas de precios, ya que el valor de la mayoría de los criptoactivos puede subir o bajar rápidamente en cortos períodos de tiempo, provocando la pérdida parcial o total de la inversión. «También hay que considerar los riesgos de liquidez, dado que los mercados pueden presentar restricciones que limiten la capacidad de vender al precio o en el momento deseado. La información engañosa es otra amenaza, con promociones que utilizan datos confusos, incompletos o deliberadamente falsos, especialmente en redes sociales, donde los influencers pueden recibir incentivos para publicitar determinados criptoactivos», señalan.
Además, reconocen que los fraudes, estafas y ciberataques son frecuentes y buscan apropiarse de los activos mediante correos de phishing, ingeniería social o enlaces maliciosos. «La protección limitada también es un factor clave: aunque MiCA ofrece cierta protección, esta es menor que la de los productos financieros tradicionales, y al operar con proveedores no regulados en la UE es posible que no exista protección alguna. Además, la complejidad del producto puede dificultar la comprensión de cómo se determina su valor y los riesgos asociados, por lo que informarse previamente es fundamental», añaden.
Qué preguntar y comprobar
Desde estas tres autoridades recomienda que, antes de invertir, conviene preguntarse si se es consciente de los riesgos que se asumen y evaluar si estos valen la pena según los objetivos y la situación financiera. También es importante comprobar si el proveedor o emisor de criptoactivos está autorizado en la UE, consultando registros como el de la AEVM o las listas de empresas no autorizadas disponibles a través de los reguladores nacionales o I-SCAN, y revisando la web del proveedor para confirmar qué servicios están regulados.
La seguridad de los dispositivos y claves privadas es esencial. Perder estas claves significa perder el acceso a los criptoactivos de manera irreversible. Mantener los dispositivos y software actualizados, utilizar contraseñas fuertes y únicas y evitar redes wifi públicas o no seguras son medidas básicas para proteger los activos.
«Invertir o usar criptoactivos puede ofrecer oportunidades, pero también implica riesgos elevados y protección limitada. Antes de participar en este mercado, es fundamental informarse, verificar la regulación del proveedor y tomar medidas de seguridad», insisten.