A medida que consumimos 2025, los expertos consideran que la industria europea de ETFs cerrará un año de éxitos. En opinión de Caceis Investor Services, para lo queda de ejercicio, los ETFs continuarán evolucionando gracias a la innovación en productos, las mejoras tecnológicas y la creciente adopción por parte de los inversores. Además, consideran que la entrada de nuevas gestoras de activos aumentará la competencia, ampliará la oferta para los inversores y también la complejidad de los productos disponibles.
Este año es especialmente relevante, ya que se cumplen 25 años de los ETFs en Europa. “Pocos de los implicados en el lanzamiento del primer ETF europeo en abril del año 2000 podrían haber previsto que, hoy en día, los activos superarían los 2,3 billones de dólares, con operaciones realizadas en 24 países”, apuntan desde Caceis. Según recuerdan, el mercado europeo tardó en adoptar los ETFs y, a finales de 2010, los activos apenas alcanzaban los 313.000 millones de dólares. Para 2019, los activos en ETFs llegaron a 1 billón de dólares y, desde entonces, han experimentado tasas de crecimiento anual compuesto de dos dígitos.
Igualmente de relevante ha sido cómo ha evolucionado el vehículo, ya que los primeros fondos contaban con una sola clase de participaciones y eran productos pasivos (de renta variable). En cambio, actualmente los ETFs han evolucionado mucho más allá de la gestión pasiva, abarcando estrategias activas y de smart beta, y cubriendo prácticamente todas las clases de activos. “Existen ETFs multidivisa, con múltiples clases de participaciones, con o sin cobertura de divisa, y con políticas de acumulación o distribución de rentas. Algunos debates recientes se centran en ETFs que invierten en activos alternativos o reales, o en versiones tokenizadas de los mismos, lo que podría representar el siguiente paso en su evolución”, apuntan desde Caceis.
Ahora bien, ¿hacía dónde avanza el mercado? Según JP Morgan, los activos en ETFs europeos alcanzarán los 6 billones de dólares a finales de 2030, mientras que la estimación de EY es algo más conservadora, de 4,5 billones. En cualquier caso, esto supondría casi duplicar los niveles actuales de activos.
Motores para crecer
Sin duda los ETFs activos son ya una frontera superada en este mercado. Muestra de ello es el significativo incremento que han experimentado desde 2020, aunque aún representan solo el 2,3% del mercado europeo de ETFs. De hecho, muchos emisores que se incorporan por primera vez al espacio de los ETFs han optado por lanzar ETFs activos, en lugar de competir con los grandes actores establecidos en el segmento pasivo de bajos márgenes.
En opinión de Eamonn O’Callaghan, Group Product Manager for ETFs en CACEIS, “desde la perspectiva del inversor, los ETFs activos ofrecen una forma adicional de acceder a estrategias activas fuera de los fondos tradicionales. El precio más bajo de muchos ETFs activos en comparación con los fondos mutuos es otro factor clave de crecimiento.
Por último, ante una mayor turbulencia de los mercados y un contexto macroeconómico incierto, los inversores están recurriendo a los ETFs activos como estrategia para gestionar el riesgo y la volatilidad”.
Las palabras de O’Callaghan evidencian que una de las mayores tendencias de este mercado ha sido el crecimiento del inversor minorista. Tradicionalmente, los inversores minoristas no han sido un grupo especialmente activo en la compra de ETFs en Europa. Por el contrario, la adopción de ETFs por parte de los inversores minoristas en Estados Unidos es mucho más profunda. Por ello, muchos analistas han señalado que este patrón podría repetirse en Europa, y actualmente, hay claras señales de que la adopción minorista está alcanzando un punto de inflexión.
“Muchos apuntan a Alemania como un mercado clave para el inversor minorista, impulsado principalmente por el auge de los planes de ahorro online, a través de los cuales los inversores están comprando ETFs”, apuntan desde Caceis.
La adopción es especialmente fuerte entre los inversores minoristas más jóvenes, un segmento menos propenso a invertir en fondos tradicionales o canales clásicos de inversión, y que prefiere operar a través de plataformas digitales o neobrokers. Además, PwC prevé una transferencia global de riqueza de 68 billones de dólares en los próximos 10 años. “A medida que este grupo decide dónde invertir ese capital, los ETFs podrían beneficiarse de un fuerte impulso en entradas de activos”, advierten desde Caceis.
Según su análisis, los cambios regulatorios también están dando fortaleza y argumentos de crecimiento a este negocio. “En diciembre de 2024, la CSSF de Luxemburgo anunció un cambio de política que permite a los ETFs activos divulgar sus posiciones solo una vez al mes. Anteriormente, los ETFs debían publicar sus carteras diariamente, algo que desde hace tiempo preocupaba a los gestores de fondos tradicionales que consideraban entrar en el mercado de ETFs”, destacan.
En abril de 2025, el Banco Central de Irlanda (CBI) siguió el mismo camino, tras consultar con la industria, y permitirá que los ETFs activos y pasivos divulguen sus posiciones al menos de forma trimestral. Según su visión, la autorización de ETFs semitransparentes probablemente resulte atractiva para las gestoras de activos mencionadas anteriormente, ya que ofrece una estructura con menor nivel de transparencia, suficiente para aliviar sus preocupaciones y facilitar su entrada en el mercado de ETFs.
Nuevos players
Para Caceis, resulta relevante cómo está creciendo el número de participantes en el mercado de ETFs europeos con gestoras como Columbia Threadneedle, American Century, Schroders, Jupiter, Guinness Atkinson y Nordea anunciando su intención de entrar en el mercado europeo.
Además, Dimensional Fund Advisors planea su entrada, y los emisores estadounidenses de ETFs semitransparentes, Precidian y Blue Tractor, se están posicionando para iniciar operaciones en Europa.
“Las formas de acceder al mercado también se han ampliado. En el ámbito del white label, han surgido nuevos proveedores, ofreciendo a las gestoras una amplia gama de opciones para alquilar la infraestructura al lanzar ETFs. Otra vía que los gestores pueden considerar es lanzar una clase de participaciones en formato ETF dentro de un fondo mutuo existente. Este modelo ha ganado una adopción significativa, especialmente en Luxemburgo, donde la CSSF informa de 80.000 millones de euros en activos bajo esta estructura”, explican desde Caceis.
De hecho, Caceis mantiene actualmente múltiples conversaciones con gestoras de fondos sobre el lanzamiento de esta modalidad. Cabe destacar que el Grupo ya apoya este tipo de estructura: en septiembre de 2024, Fair Oaks lanzó una clase de participaciones ETF dentro de su Fair Oaks AAA CLO UCITS domiciliado en Luxemburgo, convirtiéndose en el primer ETF en Europa que ofrece exposición a préstamos titulizados (CLOs) —un hito significativo.
“En CACEIS administramos 125.000 millones de euros en activos ETF, repartidos en 167 fondos y 286 clases de participaciones, lo que nos sitúa entre los cinco principales administradores de ETFs en Europa. Además, estamos conectados con más de 20 participantes autorizados (APs) del mercado europeo”, concluye O’Callaghan.



