Estamos viviendo una “nueva dinámica” macroeconómica y geopolítica, con unos niveles de volatilidad no vistos desde la IIGM debido a las decisiones “impredecibles” del presidente Donald Trump, según describió Ralph Elder, director general de BNY Investments para Iberia & América Latina. La compañía, que se precia de tener en palabras de Elder “una visión privilegiada” en términos de flujos, dado que el experto apuntó a que 1 de cada 5 dólares invertidos a nivel mundial pasa de alguna manera por BNY, celebró recientemente en sus oficinas de Madrid un foro de inversión en el que participaron varios de sus especialistas en macroeconomía, renta fija y renta variable para dibujar el escenario con el que están trabajando en la firma de cara a los próximos meses. De ellos, Sebastian Vismara, director de Análisis Económico en el BNY Institute, abordó el entorno macroeconómico desde tres ángulos: crecimiento, inflación y política monetaria.
El rompecabezas del crecimiento
El análisis de Vismara se enfocó en primer lugar en la trayectoria del crecimiento, que calificó como “un puzzle”. Empezando por EE.UU., explicó que la economía se ha visto sometida a un “shock masivo” provocado por los aranceles, aunque explicó que el impacto de los mismos aún no ha sido totalmente recogido, por lo que podríamos esperar más por ver. Además, explicó que la economía norteamericana todavía presentaba cierta inercia positiva del buen momento vivido en 2024 que también estaba influyendo sobre los datos macro.
De aquí en adelante, para el experto resulta clave vigilar la evolución de varios indicadores para obtener una idea más precisa de hacia dónde se dirige EE.UU.: primero, en términos de capex: “Hay mucha inversión en IA que está ayudando a la economía a mantener el ritmo”, indicó.
El segundo dato a tener en cuenta es el de las nóminas: en un entorno de recesión, recuerda el experto, deberíamos ver una reducción de las nóminas, un incremento del desempleo y una caída de los beneficios. En cambio, si bien constata un crecimiento negativo de las nóminas, “debido a la cautela que han tenido las compañías, no solo no están despidiendo, sino que sus beneficios están mejorando”.
De cara a 2026, el experto anticipa más bajadas de los tipos de interés y estímulos fiscales, cuya combinación podría tener un impacto positivo sobre el crecimiento del PIB estadounidense “aunque el corto plazo seguirá siendo desafiante por la incertidumbre”.
Más altibajos en la inflación
En lo referente a la evolución de los precios, el punto de vista de Vismara es que las economías llevan sufriendo una serie de secuencias de shocks inflacionarios muy seguidos desde el Covid, y que esta tendencia de “cambios de humor” se mantendrá en el futuro, con el 2% como referencia de dónde la inflación debería tocar suelo.
Dicho esto, el experto se fija en el componente de servicios dentro de la inflación subyacente, por considerar que supone “el mejor predictor de las tendencias inflacionarias a largo plazo”. Lo que constata es que este componente sigue manteniéndose de forma consistente por encima del 2% en EE.UU., Reino Unido y la Unión Europea, y que además “no apunta a la baja de forma convincente”, por lo que anticipa “más sorpresas negativas de la inflación” de aquí en adelante, particularmente en EE.UU. A la larga, el experto anticipa que eventualmente convergerán la oferta (medida por el Supply Shock Index) y los precios (medidos por el Inflation Surprise Index).
Otra de las tendencias inflacionarias donde Vismara constata cambios desde la pandemia es en la fijación de precios, dado que observa que ahora las compañías han optado por modificar sus precios al alza “con más frecuencia” y que, de hecho, en EE.UU. incluso las compañías cuyos negocios no se ven afectados por los aranceles están aprovechando este entorno para elevar sus precios al consumo igualmente.
Divergencia monetaria
¿Cómo pueden actuar los bancos centrales en este entorno desafiante? En primer lugar, el director de Análisis Económico explica que hasta ahora la Fed “no ha estado haciendo nada, que es lo lógico durante un shock de oferta”. Además, constata que se han corregido las expectativas del consenso, que previamente anticipaban recortes hasta por debajo del nivel del 3% en los tipos de interés. “Es demasiada relajación”, según Vismara, que explica que los rendimientos de los bonos estadounidenses se encuentran “muy por debajo de sus fundamentales”, lo que implicará en su opinión “riesgos al alza”.
Al otro lado del charco, el experto considera que el BCE “no está lejos de su fair value”, mientras que en Reino Unido las tires están por debajo de la media histórica.
En conjunto, y por todo lo ya expuesto, el experto estima que “las partes cíclicas de la economía mundial deberían tener mejor aspecto en 2026”, un año en el que cree que la inflación seguirá siendo resistente y que podría producirse una reaceleración del crecimiento.
¿Cómo se traduce este entorno para la renta fija? El pronóstico de Vismara es positivo: “Finalmente, el cupón está de vuelta”, resume. El experto anticipa que el rendimiento de los treasuries “no están lejos” de la tasa de crecimiento del PIB del país, por lo que predice que se mantendrán tipos reales positivos y que estos serán elevados, un factor positivo para los inversores en renta fija. Al mismo tiempo, espera más volatilidad procedente de la inflación y del lado fiscal, por lo que “los tipos mantendrán un comportamiento diferente al de los últimos ciclos”. En definitiva, concluye Vismara, “este es un buen entorno para los gestores activos”.