La calidad de la jubilación en España sigue siendo motivo de preocupación. Según el Índice Global de Jubilación 2025 (GRI), elaborado por Natixis Investment Managers junto a CoreData Research, el país se mantiene en el puesto 39 de un total de 44, con una puntuación de 48 sobre 100, y repite por tercer año consecutivo como el peor clasificado de la Unión Europea.
El índice, que mide la seguridad en la jubilación a través de 18 indicadores agrupados en cuatro grandes áreas —Finanzas en la Jubilación, Bienestar Material, Salud y Calidad de Vida—, refleja la dualidad de España: avances en salud y bienestar, pero debilidad persistente en el plano financiero.
Avances en salud y bienestar
Uno de los puntos fuertes de España sigue siendo la esperanza de vida. El país asciende un puesto en este indicador y se sitúa quinto a nivel mundial, con una puntuación del 94%. También en el subíndice de Bienestar Material se observan mejoras: gana cuatro posiciones en renta per cápita, sube dos en igualdad de ingresos y suma dos puntos porcentuales en endeudamiento público, gracias a la reducción de la deuda en los últimos cinco años.
Estos progresos confirman la fortaleza del sistema sanitario y la calidad de vida como activos diferenciales de la sociedad española.
Finanzas, el talón de Aquiles
En cambio, los resultados en el área financiera siguen rezagados. España mejora ligeramente en el subíndice de Finanzas en la Jubilación, pasando del puesto 34 al 35, pero se mantiene en posiciones muy bajas dentro del ranking global. De hecho, países como Rusia y México, que tradicionalmente estaban por detrás, han logrado adelantar a España este año.
“Los resultados del GRI 2025 son un recordatorio de los retos que España arrastra desde hace años en materia de empleo y productividad, que siguen pesando en nuestra posición en el ranking”, explica Javier García de Vinuesa, responsable de Natixis Investment Managers para Iberia.
El desafío del ahorro
El directivo subraya la paradoja que enfrenta el país: “La fortaleza de nuestro sistema sanitario y la elevada esperanza de vida son activos que debemos preservar y que reflejan aspectos muy positivos de nuestra sociedad. El desafío está en equilibrar estas fortalezas con una mayor cultura de ahorro y planificación financiera a largo plazo”. En este sentido, señala que opciones como los activos privados pueden jugar un papel creciente, al aportar diversificación y nuevas fuentes de rentabilidad para los inversores españoles.
A la cola de la UE
Mientras Noruega, Irlanda y Suiza lideran la clasificación con puntuaciones por encima del 80%, España vuelve a situarse en el extremo opuesto dentro de la Unión Europea. Pese a sus avances en salud y bienestar material, la falta de solidez financiera y los problemas estructurales del mercado laboral impiden que el país mejore posiciones.
El informe lanza un mensaje claro: sin un impulso decidido en empleo, productividad y cultura del ahorro, España seguirá siendo el país europeo con peores perspectivas para afrontar la jubilación.