Según datos recientes de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) la facturación del comercio electrónico en España aumentó un 13,1% en 2024 con respecto al año anterior. Esta es solamente una pequeña evidencia de que se están incrementando cada vez más todas las transacciones que se hacen online. Por ello, la lucha contra la delincuencia financiera se ha convertido en un desafío complejo al que las empresas deben hacer frente de manera activa.
El balance de actividad elaborado por el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), también publica cifras de relevancia: en 2024 se atendieron 341 incidentes en el ámbito de los operadores esenciales e importantes, de los cuales un 23,8% correspondieron al sistema financiero y tributario. Desafíos como el blanqueo de capitales y la corrupción exigen soluciones innovadoras y efectivas, y en este sentido, la IA se posiciona como una herramienta clave para abordar estos retos y transformar el sector financiero.
Sin embargo, su verdadero potencial no reside únicamente en su implementación tecnológica, sino en la capacidad de comprender a fondo los desafíos regulatorios y operativos que definen este sector.
Buenas prácticas para prevenir delitos financieros
Hoy en día las instituciones financieras enfrentan el doble desafío de prevenir la delincuencia económica mientras se adaptan a normativas en constante evolución. Desde SAS, líder en IA y analítica de datos, han establecido unas buenas prácticas basadas en tecnologías avanzadas que pueden marcar una diferencia significativa en la efectividad de las estrategias. Estas herramientas no solo ayudan a identificar actividades ilícitas, sino también a construir sistemas financieros más seguros y transparentes:
Mapeo de redes complejas: utilizar analítica avanzada que permita identificar relaciones ocultas y flujos de dinero entre múltiples entidades, lo que facilita desmantelar redes de delincuentes con mayor precisión.
Automatización de procesos: incorporar inteligencia artificial para automatizar la detección de fraudes y actividades de blanqueo de capitales, reduciendo tiempos de respuesta y mejorando la precisión en los análisis.
Cumplimiento normativo proactivo: mantenerse al día con las regulaciones locales y europeas mediante soluciones tecnológicas que faciliten la adaptación a cambios normativos y garanticen el cumplimiento.
Visión integral del riesgo: consolidar información de diversas fuentes para obtener una perspectiva completa del riesgo, lo que permite tomar decisiones más informadas y estratégicas.
La delincuencia financiera evoluciona constantemente, por lo que es fundamental que las instituciones adopten un enfoque preventivo y flexible. Al implementar estas buenas prácticas, las organizaciones pueden adelantarse a los delincuentes y contribuir a un sistema financiero más seguro y transparente para todos.
Inteligencia artificial vs. delitos financieros
El sector financiero comenzó realizando análisis manuales para detectar actividad sospechosa, y con la evolución de la tecnología fueron aplicando distintas estrategias para hacer frente a los avances de los ciberdelincuentes. Con la irrupción de la IA, las reglas han vuelto a cambiar, y las instituciones deben volver a adaptarse.
Los datos demuestran que ya son conscientes de ello, ya que, según estudio de SAS, empresa líder en analítica de datos e inteligencia artificial, el 75% de los bancos aseguraron que aumentarían la inversión en tecnología de riesgos debido al panorama económico incierto que se está viviendo.