Los aranceles vuelven a ser protagonistas en los titulares, con muchas nuevas tasas anunciadas por la Casa Blanca, y el plazo para negociar el quite o reducción de «aranceles recíprocos» se ha aplazado tres semanas. En abril, el presidente Trump prometió “90 acuerdos en 90 días” con la vista puesta en el 9 de julio. Pero, tal y como recuerda Anthony Willis, Senior Economist de Columbia Threadneedle Investments, EE.UU. solo ha cerrado tres acuerdos desde entonces.
“La Casa Blanca ha comenzado a enviar cartas a sus socios comerciales notificándoles sus nuevas tasas arancelarias, o ‘acuerdo’, como las denomina Trump, que en la mayoría de los casos parecen repetir los aranceles que se levantaron en el Día de la Liberación”, apunta el experto. Sin embargo, lo que más le llama la atención es que los mercados financieros permanecen tranquilos ante el discurso arancelario, con el S&P 500 alcanzando un máximo histórico la semana pasada.
“La fortaleza de los mercados bursátiles parece deberse a la percepción de que, pese a las amenazas, Trump ladra más de lo que muerde, y que los aranceles acabarán situándose cerca del umbral del 10%, como ocurrió con el Reino Unido y China. No obstante, parece haber cierto grado de complacencia, y la falta de volatilidad en los mercados financieros está envalentonando al presidente para avanzar con aranceles más agresivos. De hecho, el presidente comentó: ‘creo que los aranceles han sido muy bien recibidos… el mercado bursátil alcanzó hoy un nuevo máximo’”, explica Willis.
Perspectivas sobres los aranceles
El experto de Columbia cree que para algunos países, los aranceles serán significativamente superiores al 10%. “Trump ha declarado que, para la mayoría de los países sin acuerdo, la tasa estará entre el 15% y el 20%. Vietnam, por ejemplo, afronta un arancel del 20%, “menos malo” que el 46% recíproco, pero aún sustancial. Se espera que los acuerdos marco con la Unión Europea e India sean inminentes, aunque Trump ha amenazado con un arancel del 30% para la UE. En el caso de India, ha sugerido un arancel adicional del 10% debido a su pertenencia al grupo BRICS de economías emergentes, que según el presidente fue creado para perjudicarnos. En teoría, esto implicaría un arancel adicional del 10% para cualquier país BRICS. No obstante, Trump ha anunciado un arancel del 50% para Brasil, un fuerte aumento respecto al 10% anunciado en abril (y eso que Brasil mantiene un déficit comercial con EE.UU.)”, apunta en su análisis.
Otra de las conclusiones de Willis es que se vislumbra la imposición de aranceles sectoriales, con investigaciones comerciales en curso bajo la Sección 232 en sectores como el cobre, la madera, los semiconductores y los productos farmacéuticos. De hecho, la semana pasada se produjo un fuerte repunte en los precios del cobre en EE.UU., tras declarar Trump que se impondría un arancel del 50% a las importaciones de cobre, confirmado posteriormente para el 1 de agosto. Trump también sugirió que el arancel a las importaciones farmacéuticas aumentará gradualmente durante los próximos 18 meses.
“Los aranceles sectoriales adicionales se sumarán a la tasa arancelaria efectiva general, que podría rondar el 20% a comienzos de agosto. Sin embargo, esta cifra es muy variable, y ha oscilado entre el 2,5% y el 26,5% en lo que va de año. La volatilidad de los aranceles, que se sitúan nuevamente en niveles no vistos desde la década de 1930, pone de manifiesto las dificultades para planificar a futuro. No obstante, una tasa en torno al 20% es considerablemente superior a la que descuentan actualmente los mercados, y podría hacer que el sentimiento pase de vaso medio lleno a vaso medio vacío si los aranceles en agosto son más altos de lo asumido”, comenta sobre la idea de los aranceles sectoriales.
Solidez del mercado financiero
En su opinión, los mercados financieros han mostrado un comportamiento sólido en los últimos meses, llevando al S&P 500, por ejemplo, a máximos históricos y niveles considerados de “sobrecompra”. Además, en Europa, tanto el DAX en Alemania como el FTSE 100 en Reino Unido cotizaron en máximos históricos la semana pasada.
“Los fundamentos económicos siguen siendo alentadores, pero en los próximos meses se verá el impacto de los aranceles, una vez que su efecto diferido comience a hacerse notar y las empresas tengan que decidir si asumen el coste adicional o lo trasladan al consumidor. Dado el nivel actual de los mercados, nos preocupa que muchas buenas noticias ya estén descontadas, mientras que los riesgos a la baja por aranceles superiores a lo esperado y la escasez de acuerdos comerciales no están plenamente incorporados en los precios”, explica Willis.
Su principal conclusión es que nos acercamos a esa época del año en la que los volúmenes de negociación tienden a disminuir por las vacaciones, y los titulares pueden mover el mercado más de lo que deberían. “Seguiremos de cerca la próxima temporada de resultados, así como los datos de inflación, para evaluar el traslado de los aranceles a los precios, y, por supuesto, las tasas arancelarias concretas a medida que se acuerden o impongan en las próximas semanas”, concluye el experto de Columbia Threadneedle Investments.