Unos 124 billones (trillones, en términos americanos) de dólares en patrimonio serán transferidos entre ahora y 2048, y se proyecta que la Generación X heredará la mayor parte de estos activos en los próximos 10 años, según la última edición del Cerulli Edge—The Americas Asset and Wealth Management Edition.
Durante la próxima década, se espera que los hogares de la Generación X reciban en promedio cerca de 1,4 billones de dólares anuales (1,4 trillones) como parte de la llamada «Gran Transferencia de Riqueza».
Muchos consideran que esta generación representa la mayor oportunidad para las industrias de asesoría financiera, inversiones y jubilación, ya que los estrategas y partes interesadas comienzan a mirar más allá de los Baby Boomers.
“Los hogares de la Generación X han enfrentado muchas más turbulencias financieras y profesionales al inicio de sus trayectorias económicas de lo que se esperaba. De hecho, ninguna generación perdió un mayor porcentaje de su patrimonio neto entre 2007 y 2010 que la Generación X: su patrimonio neto mediano cayó un 38%, de 63.000 a 39.000 dólares,” comentó Chayce Horton, analista sénior de Cerulli.
“Con el estancamiento del crecimiento del mercado entre 2000 y 2010, muchos hogares de esta generación no se sienten seguros respecto a su futura jubilación”, añadió el experto.
Quienes esperan recibir una herencia sustancial lo harán en un momento crucial. Estos hogares se encuentran en sus años de la llamada «Generación Sándwich», financieramente responsables tanto de sus hijos como preocupados por el cuidado de sus padres, de acuerdo a la consultora.
Para gestionar eficazmente esta situación y mantener sus metas financieras, los inversores de la Generación X deben hablar abiertamente sobre el dinero con sus padres. Para quienes heredan de padres ultra-ricos, es fundamental que los asesores establezcan una conexión temprana, ya que estos hogares pronto necesitarán relaciones formales de asesoría, según la consultora basada en Boston.
“No faltan áreas en las que los hogares de la Generación X podrían beneficiarse de un asesor: desde la refinanciación de hipotecas hasta la planificación para la jubilación o la herencia—especialmente si hay una herencia en el horizonte”, dijo Horton.
Cerulli observa un aumento significativo en el consumo de asesoría y dependencia de los asesores, a medida que los inversores entran en sus 50 años. Como la Generación X heredará más activos que cualquier otra generación en la próxima década, estos hogares representan la oportunidad más inmediata para los gestores de patrimonios, y quienes aún no estén posicionados para captar su atención deberán ponerse al día, concluyó.