Sigue en aumento en Estados Unidos el porcentaje de trabajadores que son incapaces de encontrar un empleo a tiempo completo remunerado por encima del salario de pobreza. Casi el 25% de los trabajadores estadounidenses se consideran ahora desempleados funcionales, según el informe de mayo sobre la Tasa Real de Desempleo (TRU) del Instituto Ludwig para la Prosperidad Económica Compartida (LISEP). La tasa aumentó hasta el 24,3% en el mes, frente al 24,2% de abril, marcando una continua dificultad para acceder a empleos a tiempo completo con un salario digno.
Sin embargo, la tasa oficial de desempleo del Bureau of Labor Statistics se mantuvo estable en un 4,2%, lo que subraya la creciente brecha entre las métricas laborales tradicionales y las condiciones reales del mercado laboral.
La métrica TRU de LISEP incluye a los desempleados, subempleados y aquellos que trabajan a tiempo completo con salarios por debajo del umbral de pobreza.
“Los salarios no siguen el ritmo del aumento del coste de la vida, y la disminución de empleos con salarios dignos agrava la presión. Las consecuencias para las familias trabajadoras son cada vez más graves”, declaró Gene Ludwig, presidente de LISEP.
El informe señaló resultados mixtos según los grupos demográficos. Los trabajadores negros e hispanos experimentaron mejoras moderadas, con una caída del TRU al 26% y 27% respectivamente. Sin embargo, los trabajadores blancos vieron un aumento al 23,6% y las mujeres sufrieron un incremento de 1,3 puntos en su TRU hasta el 29,9%, ampliando nuevamente la brecha de género hasta 10 puntos porcentuales. En contraste, la tasa para los hombres bajó al 19,3%.
El TRU se ha mantenido por encima del 24% desde febrero, un nivel que no se había visto de forma sostenida desde el impacto económico de la pandemia. Los analistas indican que esta tendencia señala una creciente desigualdad en el mercado laboral y problemas estructurales más profundos que afectan a los trabajadores de ingresos bajos y medios.
“Identificar las tendencias es clave para determinar la dirección de la economía, y, desgraciadamente, para los trabajadores de ingresos bajos y medios, las tendencias no son alentadoras”, afirmó Ludwig.