En menos de 24 horas hemos pasado de una posible escalada militar en Oriente Medio -tras las agresiones entre Irán, Israel y EE.UU.- al anuncio de “alto al fuego», y a una cierta desescalada de las tensiones. Según las firmas de inversión y las gestoras internacionales, el reflejo de esta situación geopolítica se ve con claridad en el comportamiento del petróleo, pero lo que más destacan es la aparente serenidad que se observa en los mercados financieros.
En opinión de Thomas Hempell, responsable de análisis macroeconómico y de mercados en Generali AM (parte de Generali Investments), durante el lunes, en general, los mercados reaccionaron con una actitud de aversión al riesgo, con subidas de los precios del petróleo y caídas de los mercados de renta variable.
“Sorprendentemente, el dólar estadounidense subió en un primer momento, pero parece haberse desvanecido rápidamente, lo que refuerza la preocupación por la disminución de su estatus de refugio seguro. Aun así, se trata de una mejora con respecto a la respuesta negativa del dólar estadounidense a las crecientes tensiones comerciales de las últimas semanas: de hecho, un aumento más pronunciado de los costes energéticos perjudicaría especialmente a los importadores de energía (incluidos la zona del euro y Japón), mientras que EE.UU. se ha convertido en un exportador neto de petróleo”, destaca Hempel. Según su visión, los bonos del Tesoro (y los bunds) tampoco actuaron como refugio seguro, ya que los rendimientos de la deuda estadounidense a 10 años cotizan en torno al 4,40%.
Por su parte, las bolsas reaccionan con optimismo a la desescalada de Oriente Medio, mientras que los precios del petróleo caen un 3% el martes y, en Europa, los precios del gas se desploman un 11%. “La tibia respuesta iraní y el rápido cese al fuego apuntan a un escenario de distención en los próximos días, lo que devolverá el protagonismo a la moratoria arancelaria –que vence en 15 días– y a la negociación de la reforma fiscal americana, actualmente en el Senado”, reconocen los analistas de Banca March en su informe diario.
“Los conflictos militares son siempre impredecibles. Incluso los expertos en Oriente Medio tienen dificultades para anticipar cómo se desarrollará esta guerra y cuáles serán sus consecuencias en los próximos días, semanas o meses. Antes de que comenzara la guerra entre Israel e Irán, el orden mundial en evolución y el cambiante panorama geopolítico —marcado por aranceles y guerras comerciales— ya añadían incertidumbre sobre los rendimientos esperados en todas las clases de activos”, reconocen desde AllianceBernstein.
Activos y mercados más sensibles
Según explican Kerstin Hottner, directora de materias primas de Vontobel y los gestores Regina Hammerschmid y Renato Mettler, aunque de forma generalizada se esperaba una subida de los precios del petróleo y un sentimiento de huida hacia la seguridad para empezar la semana, el panorama observado en los mercados europeos fue muy distintos. “Los futuros del crudo Brent abrieron con una fuerte subida en Asia, a 81 dólares, antes de retroceder antes de la apertura europea y cotizar ligeramente por encima del cierre del viernes, en torno a 77,10 dólares. El sentimiento de aversión al riesgo fue moderado en todas las clases de activos, con la renta variable y los rendimientos de los bonos cotizaron ligeramente a la baja y el dólar estadounidense se fortaleció. Curiosamente, la demanda de oro es limitada a pesar del aumento de las tensiones geopolíticas. La débil respuesta sugiere que los mercados están a la expectativa, centrados especialmente en cómo responderá Irán en los próximos días. Por el momento, Estados Unidos ha anunciado un alto el fuego de 12 horas. Todo dependerá de qué ocurra después”, apuntan los expertos de Vontobel.
Por último, desde Ebury consideran que la guerra entre Israel e Irán dominará el mercado de divisas tras la intervención de Estados Unidos. En este contexto, “la divisa estadounidense parece estar manteniendo su condición de divisa refugio en tiempos de grave inestabilidad geopolítica y ha subido frente a todas las principales divisas del mundo”, explican los analistas de la fintech. Además, consideran que el euro cotiza casi exclusivamente en respuesta a acontecimientos externos, en particular la guerra entre Israel e Irán, y “se ve afectado en general por la subida de los precios del petróleo y el hecho de que Europa es un gran importador neto de energía, mientras que Estados Unidos es un exportador”, apuntan los analistas de Ebury, quienes prevén que esta semana persista la misma tónica: “La moneda única ha abierto a la baja mientras los precios del petróleo siguen subiendo”.
No precipitarse
En opinión de la gestora estadounidense Payden & Rygel, las tensiones en Oriente Medio acapararon la atención de los inversores esta semana, lo que provocó movimientos en los mercados solo unas semanas después de que las acciones de EE.UU. se recuperaran de una caída del 18,9 %. Sin embargo, recomiendan mantener la calma en medio de la agitación.
“En primer lugar, una recopilación de las crisis geopolíticas ocurridas desde 1939 sugiere que la caída media del mercado provocada por acontecimientos geopolíticos es solo del 5,6% y dura solo 16 días. En segundo lugar, los mercados tienden a recuperarse rápidamente. En el 60 % de los casos, el índice S&P 500 recuperó las pérdidas en el plazo de un mes desde el mínimo, y en el 80 % de los casos en el plazo de dos meses. Las excepciones suelen ser crisis que provocan o coinciden con una recesión, o una inflación persistente que mantiene elevados los tipos de interés de los fondos federales, como el embargo petrolero de 1973. En tercer lugar, la rentabilidad media 12 meses después de una crisis geopolítica fue del 14%, muy por encima de la rentabilidad media anual del S&P 500 en ‘épocas normales’. En otras palabras, a menos que se espere una recesión o una subida de tipos por parte de la Fed en los próximos 6 a 12 meses, conviene adoptar una perspectiva a largo plazo y mirar más allá de la volatilidad a corto plazo”, afirman.
Un mensaje similar lanza Gregor MA Hirt, CIO global de multiactivos de Allianz Global Investors: “Los inversores deben prepararse para una turbulencia a corto plazo, con los precios de la energía y a las expectativas de inflación. No obstante, como en crisis anteriores, los movimientos excesivos del mercado podrían dar pie a oportunidades interesantes. Los bancos centrales, en particular la Fed, podrían verse obligados a reconsiderar sus trayectorias de política si la inflación se acelera mientras el crecimiento se desacelera”. Para MA Hirt, en los próximos días, será fundamental conocer el alcance de los daños en las instalaciones nucleares iraníes, la magnitud de la respuesta iraní y la posición que adopte la comunidad internacional. “Todo ello marcará el rumbo del sentimiento de los mercados en el corto plazo”, matiza.
Es más, Dan Ivascyn, director de inversiones de PIMCO, recuerda a los inversores que la incertidumbre proporciona un impulso para la renta fija. Ivascyn reconoce que el mercado puede estar ante una inversión del excepcionalismo estadounidense y que sean otros mercados los más rentables, lo que supone una oportunidad para diversificar fuera de EE.UU.
“La evolución de los precios y las noticias de este año son un ejemplo de lo incierto que es el entorno macroeconómico. Siempre es importante recordar a los inversores que el rendimiento o los ingresos actuales impulsan una parte significativa de la rentabilidad de la renta fija. A pesar de la gran volatilidad, la rentabilidad ha sido bastante buena, especialmente si se ha tenido una cartera global con activos no denominados en dólares y mercados emergentes de mayor calidad. En PIMCO, adoptamos una orientación a largo plazo, utilizamos todas las herramientas a nuestro alcance, reconocemos la gran incertidumbre, reforzamos la resiliencia de las carteras y nos esforzamos por ofrecer rendimientos muy atractivos a nuestros clientes”, afirma Ivascyn.
Carteras resilientes y prudencia
Las gestoras también recuerdan que no se puede jugar a predecir qué ocurrirá, por ello apuestan por construir carteras que sean resilientes. “Las próximas semanas presentan múltiples riesgos para los mercados, incluidos los desarrollos de tarifas y otras políticas de EE.UU. – pero estos son bidireccionales, ya que los mercados también podrían ‘escalar la pared de preocupación’ una vez que pasen”, argumenta Salman Ahmed, responsable global de macro y asignación estratégica de activos en Fidelity International.
En su opinión, desde una perspectiva de asignación de activos, este es un momento para mantenerse ampliamente neutral frente al riesgo mientras se toman puntos de vista más granulares en las distintas regiones y clases de activos, comprando y vendiendo muy selectivamente. “La diversificación sigue siendo clave, así como la flexibilidad para gestionar activamente los riesgos – incluidas las posiciones de divisas y coberturas selectivas (por ejemplo, el oro)”, apunta.
Por su parte, Michaël Nizard, responsable de multiactivos y overlay y, Nabil Milali, gestor de multiactivos y overlay en Edmond de Rothschild AM, reconocen que, en este contexto, mantienen su visión prudente de los mercados de renta variable ante la actual incertidumbre económica y geopolítica, especialmente porque las valoraciones han vuelto a niveles elevados. “En cuanto a las inversiones en renta fija, mantenemos una opinión neutral sobre la duración y seguimos prefiriendo el carry, mientras que la incapacidad del dólar para recuperar su estatus de activo refugio refuerza nuestra opinión negativa”, añaden los expertos de Edmond de Rothschild AM.