Una amplia mayoría de inversores institucionales siguen comprometidos con la inversión sostenible, mientras se observa un movimiento hacia temas de inversión ESG más específicos para garantizar tanto el rendimiento como el impacto según muestra la encuesta ESG 2025 de BNP Paribas, una iniciativa conjunta de los negocios de Securities Services, Global Markets y Financial Institutions Coverage del banco. En particular, las gestoras de capital privado están intensificando su participación ya que reconocen las oportunidades que rodean el cambio a una economía de bajas emisiones de carbono.
La quinta edición del estudio bienal de BNP Paribas sobre ESG, titulado «Encuesta de la industria: inversores institucionales lideran el camino», recoge las opiniones de 420 asset owners, gestoras de activos y entidades de capital privado en 29 países, que representan unos 33,8 billones de dólares en activos bajo gestión en total. El estudio profundiza en el avance de los inversores institucionales a la hora de abordar las inversiones sostenibles, particularmente en lo que respecta a sus enfoques, prioridades y comportamientos.
Principales conclusiones
A pesar de un entorno menos favorable, los inversores institucionales mantienen un firme compromiso con los objetivos de sostenibilidad. La gran mayoría señala que sus metas en materia ESG permanecen intactas, y muchos anticipan que el ritmo de progreso hacia 2030 se mantendrá o incluso se acelerará. Al mismo tiempo, se observa una tendencia hacia una comunicación más prudente sobre los procesos y logros en este ámbito.
Los criterios ESG continúan siendo fundamentales en las decisiones de inversión, aunque con un enfoque más específico y alejado de estrategias generalistas. Una alta proporción de los encuestados afirma integrar factores de sostenibilidad en sus procesos de análisis, destacando el interés por inversiones temáticas. Entre los principales objetivos a corto plazo se encuentran el aumento de asignaciones en activos de transición energética, el uso del voto activo para impulsar metas ESG institucionales, y la inversión en activos con bajas emisiones de carbono mientras se reduce la exposición a sectores más contaminantes.
Se consolida también un enfoque más sofisticado, que incorpora aspectos de clima, biodiversidad e impacto social en las estrategias de inversión. Los inversores están orientando sus recursos hacia temas específicos o regiones concretas para maximizar oportunidades de impacto y generación de valor.
Dentro del grupo encuestado, un 19% ha sido identificado como “líderes que establecen tendencias”. Estos inversores muestran un compromiso más avanzado con la descarbonización de carteras, las cuestiones sociales, la transición justa y la biodiversidad, reflejando una estrategia ESG integral y ambiciosa.
El capital privado también está emergiendo como un actor clave en la inversión sostenible. Más de la mitad de los gestores de este sector prevén utilizar el voto activo para cumplir con sus objetivos ESG, con una atención creciente a las cuestiones sociales y la transición justa. Además, reconocen que la inversión sostenible puede añadir valor, fortalecer la relación con los propietarios de activos y abrir nuevas oportunidades ligadas a la descarbonización.
Finalmente, las alianzas estratégicas con bancos y proveedores de datos juegan un papel crucial en esta transición. Los inversores valoran especialmente la reputación ESG de sus socios, su oferta de productos y experiencia, el compromiso con relaciones a largo plazo y la alineación de objetivos de sostenibilidad. Para avanzar en este camino, casi la mitad planea destinar mayores recursos a la adquisición y análisis de datos ESG, subrayando la importancia de contar con información fiable y procesable.