Estamos sin duda ante una de las desregulaciones de las operaciones financieras sin precedentes, a la altura de la anomalía que representa la tenencia de dólares por parte de los argentinos: el gobierno de Javier Milei anunció un nuevo marco legal para que el dinero no declarado vuelva al sistema financiero. Se eliminan casi todos los regímenes de información y las autoridades tributarias quedan casi sin herramientas para buscar información, entre otros.
“Plan de reparación histórica de los ahorros de los argentinos”
El “Plan de reparación histórica de los ahorros de los argentinos” tiene dos componentes: por un lado, un decreto introduce una batería de cambios regulatorios, y por otro un proyecto de ley, pendiente de aprobación en el Congreso, que tiene como objetivo blindar de una acusación de fraude fiscal a todos lo que participen en el nuevo marco regulatorio, sea cual sea el signo político del gobierno.
Entre fuentes oficiales y privadas, se estima que entre 200.000 y 400.000 millones de dólares están “bajo el colchón” de los ciudadanos. El desafío no es menor para un país necesitado de divisas y de crecimiento económico, el dinero que los argentinos tienen fuera del sistema podría representar entre el 33% o el 66% del Producto Bruto Interno (PBI) del país.
Los cinco ejes de las primeras medidas del decreto
Las medidas fueron anunciadas el pasado jueves 22 de mayo y entrarán en vigor en junio. Según explica los analistas de Max Capital en un informe los cambios en cinco ejes principales:
Eliminación de regímenes de información: No será obligatorio informar a las autoridades fiscales sobre consumos personales con tarjeta o billeteras virtuales, operaciones notariales (CITI Escribanos), compra-venta de vehículos usados, pago de expensas ni consumos de servicios públicos. La agencia tributaria argentina dejará de tener información sobre consumos o las compras de inmuebles, hasta ahora una forma de cruzar la información de las compras de activos con la capacidad de ingresos de los individuos.
Actualización de umbrales para el reporte de operaciones financieras: Se elevan significativamente los montos a partir de los cuales bancos y entidades deben reportar transferencias, saldos, extracciones en efectivo, plazos fijos, operaciones en billeteras virtuales.
Se prohíbe a los bancos solicitar declaraciones juradas de impuestos nacionales, pudiendo las personas negarse y acudir a Defensa del Consumidor si fuera necesario.
Nuevo régimen simplificado del Impuesto a las Ganancias: se elimina la obligación de declarar consumos personales y patrimonios a la autoridad tributaria.
Y como quinto eje, el Banco Central de Argentina impulsará un Sistema de Finanzas Abiertas (SFA), que reducirá la carga burocrática de las personas que interaccionan con los bancos y el sistema financiero en general.
Incógnitas sobre las consecuencias de las medidas
En 2024 el gobierno llevó a cabo un proceso de blanqueo fiscal que trajo al sistema unos 32.000 millones de dólares. Con estas nuevas medidas las autoridades hablan de “cambio de régimen”.
Como todo lo que se muevo en el mercado negro, o informal, es una total incógnita si el nuevo plan, orientado a generar un auge del consumo, especialmente de viviendas y coches, tendrá éxito.
“Si bien se espera que la flexibilización de los controles incentive el ingreso de dinero al sistema bancario, estimulando el crédito y la actividad a través del multiplicador monetario, los nuevos umbrales podrían fomentar la evasión fiscal. Con menos controles y un sistema tributario que deja de monitorear el consumo, no queda claro cuál será el incentivo para “mantenerse en regla”. En particular, muchas personas que hasta ahora estaban inscriptas en el monotributo (un régimen simplificado para pequeños contribuyentes y trabajadores independientes) ya no necesitarán ese mecanismo para demostrar formalmente un ingreso, algo que antes era necesario para adquirir ciertos activos o realizar operaciones en el sistema financiero”, explican desde Max Capital.
Según un informe de Research de Adcap Grupo Financiero, “si bien no hay incentivos explícitos para los tenedores de dólares no declarados, un régimen de información más laxo combinado con mayores rendimientos en los depósitos en dólares podría ofrecer un modesto incentivo, aunque el impacto probablemente será limitado por ahora (…) Estas medidas representan un paso adelante hacia los estándares internacionales y, hasta ahora, no entran en conflicto con las normas del GAFI”, señalan desde la firma argentina.
Un reciente informe de Cohen Aliados Financieros señala que el FMI exige, en el marco de su acuerdo del pasado mes de abril, que el BCRA ubique sus reservas netas en – 2.746 millones de dólares para junio de este año y que el stock sea positivo para finales de 2025.