Boris Maeder ha llevado una vida profesional azarosa, siempre vinculada a los mercados privados: este profesional, con más de 25 años de experiencia, ha trabajado desde Munich, Nueva York, Abu Dabi y actualmente Zúrich, tanto para family offices como fondos soberanos de Oriente Medio y firmas como Allianz o UBS Wealth Management. “Lo único que conozco son los mercados privados”, afirma. En este tiempo, Maeder ha sido un testigo privilegiado del despegue de los mercados privados, primero desde el lado institucional y después del lado de la banca privada, donde contribuyó a la progresiva inclusión de activos privados en carteras de clientes bajo el telón de fondo de la década lower for longer para los tipos de interés.
Maeder abrió en 2024 en Zurich la oficina de Coller Capital, firma pionera en la inversión en activos secundarios desde hace más de tres décadas que cuenta con 40.000 millones de euros en activos bajo gestión. Fundada por Jeremy Coller, CIO y managing director y considerado como el “padrino de los secundarios”, esta firma fue la primera en realizar operaciones con LPs (socios comanditarios), así como con GPs: “Hoy se considera una nueva tendencia, pero para nosotros no es nada nuevo, hicimos la primera operación en 1996. Sucede lo mismo con los mercados secundarios en private credit: empezamos a operar en este segmento en 2007”, detalla Maeder, hoy managing director y director del área de International Private Wealth Distribution de la firma.
El experto participó recientemente como ponente en el evento Altment 360º para hablar de la estrategia de inversión de Coller Capital en mercados secundarios.
¿Qué tendencias se están desarrollando actualmente en el mercado de secundarios?
Los LP utilizan cada vez más los fondos secundarios como herramienta para reequilibrar sus carteras. Al principio, algunos inversores institucionales con frecuencia pensaban en los secundarios como una forma de deshacerse de todos los fondos que no les funcionaban. Ahora, cada vez más se emplean los secundarios como una herramienta para que los LPs puedan gestionar sus carteras. Para los gestores, el uso de secundarios a través de GPs es una forma de duplicar sus ganancias.
Conviene recordar que los mercados privados requieren mantener inmóvil un capital durante cierto tiempo para obtener valor. En compensación a esa iliquidez, el private equity ofrece esa “prima de iliquidez” sobre los mercados públicos, que añade una rentabilidad adicional. Mientras que la naturaleza a largo plazo de la creación de valor de los mercados privados persista, siempre habrá algunos inversores que deseen liquidez anticipada. Ésas son las situaciones en las que aparecen los actores secundarios. Coller ha demostrado un particular talento para identificar oportunidades tempranas o áreas con necesidades de liquidez. Coller tiene el mayor equipo de analistas dedicados a secundarios del mundo, con cerca de 80 personas. Este equipo nos permite identificar nuevas situaciones en las que la liquidez escasea y convertirlas en una oportunidad de inversión. Una vez que pensamos que hay una oportunidad de inversión, nos comprometemos con ella.
¿Cómo ha evolucionado el mercado de secundarios en los últimos años? ¿Cómo ha acompañado Coller Capital esa evolución?
El tamaño del mercado secundario representa hoy alrededor del 2% del mercado primario, que es de unos 10 billones a escala mundial, medidos en valor neto de los activos.
Aunque somos líderes en activos secundarios del private equity, también hemos sido pioneros en otra clase de activo, los secundarios en crédito privado. El crédito privado no se desarrolló hasta después de la crisis financiera, cuando los bancos decidieron salirse. En ese momento, emergió un nuevo mercado de crédito privado. A medida que los LPs empezaron a incrementar su exposición a crédito privado, también empezó a crecer el número de vendedores en secundarios. Coller instauró un apetito temprano por estos secundarios del crédito privado, y para 2021 el volumen en nuestro flujo de operaciones en oportunidades senior secured había crecido significativamente, lo que nos llevó a lanzar un fondo de secundarios de crédito privado independiente. Para entonces, ya habíamos desarrollado un equipo dedicado al crédito privado.
¿Añadir secundarios a la cartera puede ser una opción defensiva para preservar rendimientos en entornos tan desafiantes como el visto tras el Liberation Day?
Ya hemos hablado de la prima de iliquidez como potenciador de la rentabilidad. El otro beneficio de añadir los mercados privados a su combinación de activos es un efecto estabilizador de la cartera, la asignación a los mercados privados ayuda a reducir la volatilidad.
Ahora bien, si eres un inversor institucional o privado y quieres crear una cartera bien diversificada, entonces tienes diferentes métricas para diversificar tu cartera de mercados privados. Puede dividirla por clase de activos: renta variable privada, crédito privado o regiones, pero, sobre todo, una forma de dividirla también es por la estrategia, ya sea impulsada por el valor o por el crecimiento, por lo que debe asegurarse de que su cartera también esté equilibrada. La mayoría de los gestores de capital riesgo van a seguir uno u otro enfoque y normalmente no son buenos en ambos.
Yo diría que los secundarios son la estrategia definitiva para todo tipo de entornos de mercado: se basa en el valor, porque compramos posiciones con un descuento sobre el valor intrínseco y eso es especialmente cierto en un mercado bajista, al caer los precios. Al mismo tiempo, en un mercado alcista nos beneficiamos del crecimiento del valor liquidativo porque compramos carteras que tienen un margen amplio dentro del periodo de tenencia restante. Por tanto, los rendimientos ajustados al riesgo de los valores secundarios se encuentran entre los mejores de todas las clases de activos del mercado privado.
¿A qué retornos pueden aspirar los inversores en el largo plazo?
Si nos fijamos en el análisis de la mediana y observamos la volatilidad de los rendimientos frente a la rentabilidad superior, en realidad nada supera el rendimiento de los fondos secundarios. Eso no significa que el mejor fondo de buyouts no vaya a superar al mejor fondo secundario, pero en lo que respecta a la consistencia y al riesgo-rentabilidad, los fondos secundarios son difíciles de superar. Esa es la manera de pensar en los secundarios y por lo tanto es lo que yo consideraría una estrategia muy fuerte para todo tipo de contextos.