Nuestro enfoque de inversión en renta fija de rentabilidad absoluta tiene como objetivo generar una rentabilidad positiva a lo largo de un ciclo económico, independientemente de cuáles sean las condiciones. Centramos dicho enfoque en la preservación del capital, lo que lo hace particularmente adecuado para el entorno actual de extrema volatilidad de los diferenciales de crédito, los rendimientos de la deuda pública y los tipos de cambio.
Pensamos que nuestra estrategia BNP Paribas Global Absolute Return Bond ofrece a los inversores la posibilidad de diversificar sus carteras, gracias a su baja correlación con las estrategias tradicionales long-only de renta fija. Así, la cartera puede ayudar a los inversores a mejorar el perfil de riesgo-rentabilidad de su cartera de renta fija, por lo que pensamos que debería ocupar un lugar destacado como elemento principal de una inversión a largo plazo en renta fija.
¿Cómo ha reaccionado la estrategia a la inestabilidad provocada por los aranceles?
En primer lugar, es importante señalar que, a la hora de gestionar el BNP Paribas Global Absolute Return Bond, tratamos de aprovechar la experiencia de todos los equipos especializados en renta fija global que componen nuestro universo de inversión, con el fin de maximizar las oportunidades que ofrece nuestro enfoque sin restricciones. Nuestra intención es garantizar la construcción de carteras diversificadas que puedan obtener buenos resultados en una amplia variedad de escenarios.
En el contexto de volatilidad de los mercados que se registró tras el anuncio de aranceles estadounidenses en el llamado «Día de la Liberación», nuestra estrategia obtuvo buenos resultados, lo que pone de manifiesto su enfoque en la preservación del capital. En este artículo, ofrecemos una visión general de cómo la estrategia ha conseguido hacer frente a este complicado entorno de mercado.
Comenzamos el año pensando que el crecimiento de la economía de Estados Unidos ya comenzaba a ralentizarse y que los mercados de activos estaban sobrevalorando el llamado «excepcionalismo estadounidense». Fuera de Estados Unidos, varios mercados descontaban la posibilidad de deterioro de la economía estadounidense que mostraban ya algunas encuestas.
Esperábamos que los datos comenzaran a reflejar estas tendencias, y la reciente imposición de aranceles en Estados Unidos no ha hecho más que reforzar esta opinión. Es probable que el riesgo de aumento de la inflación derive en un entorno de estanflación para la economía estadounidense.
Posicionamiento defensivo
En este contexto, optamos por un posicionamiento defensivo de la cartera, con posiciones cortas en deuda corporativa, tanto en crédito estadounidense de grado de inversión como en crédito europeo de alto rendimiento, con el fin de proteger los resultados de la estrategia en un escenario de deterioro del crecimiento de la economía mundial. Favorecimos la exposición al mercado estadounidense de bonos de titulización hipotecaria emitidos por organismos gubernamentales, que presentan una mayor calidad y ofrecen un rendimiento atractivo.
El posicionamiento corto en deuda corporativa fue una de las principales líneas de actuación de la cartera. Tras las elecciones presidenciales en Estados Unidos, las valoraciones de los diferenciales de deuda de grado de inversión alcanzaron máximos históricos, y el mercado confiaba plenamente en la idea del excepcionalismo estadounidense. En aquel momento veíamos un margen limitado para nuevas subidas de precios, en vista del debate sobre los aranceles a la importación, la ralentización del crecimiento en Estados Unidos y el riesgo de estanflación.
Las posiciones han contribuido de manera significativa a la rentabilidad registrada este año, sobre todo en abril, ya que los diferenciales de crédito marcaron un notable aumento ante la creciente preocupación por la debilidad del crecimiento mundial y estadounidense, el incremento de la incertidumbre en relación con la aplicación de los aranceles y las perspectivas de estanflación. Utilizamos el aumento de los diferenciales para reducir las posiciones, aunque nuestro enfoque sigue siendo defensivo.
En lo que respecta a las estrategias de tipos de interés, mantuvimos un sesgo largo en duración, pero preferimos expresarlo a través de deuda estadounidense y británica ligada a la inflación, en lugar de recurrir a la deuda nominal, dado el riesgo de estanflación. En términos generales, nuestra estrategia en duración limitó la rentabilidad de la estrategia a principios de abril. Aprovechamos el aumento del rendimiento real en Estados Unidos para aumentar nuestra posición. Pensamos que el rendimiento real va a ir disminuyendo a medida que se vaya haciendo más evidente el impacto negativo de los aranceles sobre el crecimiento de la economía estadounidense.
También mantuvimos la duración en ciertos tipos locales de mercados emergentes que muestran una pendiente positiva de la curva de tipos y ofrecen un atractivo rendimiento adicional frente al efectivo. En la primera mitad de abril, nuestra exposición a la deuda emergente denominada en divisa local favoreció la rentabilidad de la estrategia, especialmente el posicionamiento largo en duración en Brasil y Colombia.
En los mercados de divisas, tal y como hemos señalado, a principios de 2025 los mercados confiaban plenamente en el excepcionalismo estadounidense. Nosotros pensábamos que esta temática de inversión estaba sobrevalorada, por lo que vendimos el dólar estadounidense frente a una cesta de divisas de mercados emergentes, divisas sensibles al euro y yen japonés, que suelen verse favorecidas por los entornos de aversión al riesgo. En general, pensamos que se trataba de una cesta equilibrada que nos permitiría acceder al retroceso de la tendencia del excepcionalismo estadounidense. En abril, la rentabilidad de las divisas fue ligeramente negativa, pero, desde principios de año, las posiciones en divisas han contribuido a la rentabilidad de la estrategia.
Conclusión
Desde principios de año hasta finales de marzo, el El BNP Paribas Global Absolute Return Bond ha ofrecido una rentabilidad superior en un 2,1% al efectivo. En la primera quincena de abril, y a pesar de la extrema volatilidad, ha ofrecido un 0,3% más de rentabilidad, lo que sitúa la cifra registrada desde principios de año en el 2,4%.
A lo largo de un periodo de tres años, la cartera ha ofrecido un perfil de rentabilidad estable y constante en diversos entornos de mercado, con caídas limitadas y una rentabilidad anualizada del 2,6% sobre el efectivo después de comisiones.
En nuestra opinión, los favorables resultados que ha registrado el BNP Paribas Global Absolute Return Bond desde principios de 2025 demuestran las ventajas de invertir en una cartera diversificada que recibe aportaciones de diversas posiciones no correlacionadas.
En el entorno actual, la volatilidad provoca dispersión entre los distintos segmentos de renta fija que componen nuestro universo de inversión, así como entre los distintos elementos de un mismo segmento. Las posiciones de valor relativo o neutrales al mercado nos permiten aprovechar las oportunidades que puedan ir surgiendo.
Durante la primera mitad de abril pudimos probar en tiempo real nuestro enfoque de inversión. Confiamos en que el fondo continúe ofreciendo buenos resultados, dadas las oportunidades a las que podemos acceder.
Tribuna de James McAlevey, gestor del BNP Paribas Global Absolute Return Bond
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